El portafolio es un instrumento utilizado dentro del área de la
educación, el cual tiene como fin principal poder documentar o presentar
evidencia sobre el progreso de los estudiantes en el tiempo (Abrami &
Barrett, 2005; Challis, 2005; Smith & Tillema, 2003) lo que a su vez nos
permite demostrar la intencionalidad pedagógica que existe en nuestro accionar,
justificada con dichas evidencias. Además nos permite poder llevar un registro de
todas las aristas del quehacer profesional, como por ejemplo, el diagnóstico realizado y
las decisiones pedagógicas que se tomaran frente a este, entre otras.
Dentro de esta práctica
profesional, se utilizara este instrumento para llevar un registro, junto con
sus evidencias, de todo el quehacer pedagógico que vayamos realizando, el cual
se ira presentando a través de 3 fases, cada una con objetivos, evidencias y
metas claras:
Fase N° 1
En esta fase se espera que se presente nuestro desempeño profesional en este primer periodo del internado pedagógico, lo que incluye, en un primer lugar, presentar los datos generales del centro de práctica, luego el diagnóstico realizado, junto con el análisis pertinente en torno a los resultados de este, y sus relaciones con las distintas dimensiones de la rueda de aprendizaje. Posteriormente se presentara la propuesta pedagógica o foco de acción que nace de este diagnóstico y análisis, junto con las decisiones profesionales que guiaran su accionar. Es preciso decir, que todos estos elementos irán acompañados de distintos tipos de evidencias, como por ejemplo planificaciones, fotografías, registros, tablas y gráficos, entre otros.
Finalmente se expondrá nuestra propia filosofía educativa, la cual consiste en nuestra visión acerca de la educación, la que tiene una repercusión en todos los ámbitos de esta, como por ejemplo en la visión que se tendrá con respecto a los niños y niñas, y el rol de la educadora, lo que a su vez permitirá comprender de manera más clara nuestro accionar y decisiones pedagógicas.
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