Trabajo Colaborativo.
Este ámbito hace referencia a la importancia de, en un primer lugar reconocer a cada uno de estos personajes, como seres participes activos dentro del aprendizaje de los niños y niñas, los cuales tienen información relevante sobre ellos, siendo fundamental poder realizar un trabajo en conjunto, para así poder potenciar de mejor manera el desarrollo pleno e integral de los niños y niñas.
Es por esto que es fundamental poder tener estrategias intencionadas acerca de cómo poder integrar a todos estos personajes.
Relación con el diagnostico
Durante estas primeras semanas se puedo observar que en la sala existe un trabajo colaborativo entre los adultos, en donde se conversa y coloca de acuerdo sobre las experiencias a trabajar, organización de la jornada diaria, entre otros, lo cual es fundamental ya que entre ellos se pueden apoyar, corregir y potenciar para obtener un mejor trabajo con los niños y niñas.
Pero con respecto al trabajo con las familias, se puede observar que este es más bien informativo, en donde la educadora es quien informa acerca de comportamiento (cuando es conflictivo), de tareas a realizar en la casa y organización de algunos acontecimientos como la semana del colegio, sin una mayor participación por parte de las familias. Además se realizan reuniones mensuales, en donde se organizan e informan temas importantes para la educadora.
Relación con las Reflexiones Finales
Durante el internado pedagógico se intencionó un trabajo colaborativo con el equipo pedagógico (educadora y técnico) a través de diversas maneras, teniendo presente la importancia de este, ya que como nos propone Mineduc (2012) el trabajo colaborativo es una de las principales herramientas para mejorar la calidad de los aprendizajes de todos los estudiantes, lo cual se entiende desde la base que al tener un trabajo en conjunto, existe una concordancia en la forma de presentar las experiencias de aprendizaje y hay una potencialización de las fortalezas de cada uno de los integrantes del equipo y mejora de las falencias. Esto se pudo observar claramente en diversos momentos que se llevaban a cabo semanalmente, como por ejemplo todos los jueves se conversaba con la educadora las ideas de las experiencias de la próxima semana, lo que tenía como fin por un lado que ella pudiera comentar qué le parecían, modificar lo que no estuviera bien y aportar con nuevas ideas, como también para que existiera una concordancia y común acuerdo en el cómo se trabajaría el tema propio de la semana, existiendo un mejor y más profundo trabajo de este.
Otra forma en que se busco un trabajo colaborativo fue luego de cada experiencia en donde la educadora y muchas veces la técnico me realizaban comentarios y críticas constructivas sobre como se había efectuado la experiencia, existiendo una instancia en donde se conversaba sobre lo que había salido bien y mal y porque creíamos que esto había resultado así, llegando a conclusiones que nos servían para tomar decisiones para las próximas planificaciones de experiencias, como por ejemplo, la mayoría de las veces que los niños y niñas se distraían de lo que se estaba haciendo era por un exceso de tiempo en el trabajo mismo, concluyendo que las experiencias tenían que tener un tiempo adecuado, lo cual era un elemento débil en mi práctica cotidiana. Esta forma de llevar a cabo el trabajo colaborativo es fundamental, ya que como nos lo propone el Marco para la buena enseñanza (2003) el trabajo colaborativo reflexivo y critico en torno a sus prácticas, por medio del intercambio de información, permite que se van completando las falencias y o debilidades como también las fortalezas de cada una de las practicas asegurando así una educación de calidad.
Por otro lado, también se realizo un trabajo colaborativo con las familias, dentro de lo permitido, lo que personalmente encuentro que es muy limitado, ya que como se nos informo al inicio del internado pedagógico no podíamos entregar información con referente de los niños y niñas a los padres, lo cual me resulto complicado, ya que por un lado estábamos insertas en el colegio en conjunto con los niños y niñas, observándolos y compartiendo con ellos, aprendiendo a conocerlos, sus intereses, necesidades, fortalezas y debilidades, registrando su accionar y observando sus grandes progresos en la adquisición de aprendizajes esperados, teniendo así gran información sobre ellos, pero al momento en que los padres se me acercaban a preguntar sobre el comportamiento, el cómo veía a su hijo o hija, cómo se relacionaba, o simplemente le hablara de él o ella, entraba en la encrucijada de no decir información inapropiada como nos lo habían pedido al inicio, y poder comentar lo que había observado, registrado y concluido durante todo el periodo que estuve relacionándome con ellos, lo cual sinceramente fue un elemento difícil de conllevar.
Es así como el trabajo colaborativo con las familias, se baso principalmente en un saludo cordial al momento del ingreso y salida de los niños y niñas, siempre con buena disposición a escuchar y ante cualquier duda invitarlos a que entraran a hablar con la educadora. También, al inicio del año, se les pidió que preparan una disertación en conjunto con sus hijos sobre su familia, en donde posteriormente, se me permitió mandarles una comunicación con los registros de cómo le había resultado a sus hijos, agradeciéndoles por su cooperación.
Es por esto que es fundamental poder tener estrategias intencionadas acerca de cómo poder integrar a todos estos personajes.
Relación con el diagnostico
Durante estas primeras semanas se puedo observar que en la sala existe un trabajo colaborativo entre los adultos, en donde se conversa y coloca de acuerdo sobre las experiencias a trabajar, organización de la jornada diaria, entre otros, lo cual es fundamental ya que entre ellos se pueden apoyar, corregir y potenciar para obtener un mejor trabajo con los niños y niñas.
Pero con respecto al trabajo con las familias, se puede observar que este es más bien informativo, en donde la educadora es quien informa acerca de comportamiento (cuando es conflictivo), de tareas a realizar en la casa y organización de algunos acontecimientos como la semana del colegio, sin una mayor participación por parte de las familias. Además se realizan reuniones mensuales, en donde se organizan e informan temas importantes para la educadora.
Relación con las Reflexiones Finales
Durante el internado pedagógico se intencionó un trabajo colaborativo con el equipo pedagógico (educadora y técnico) a través de diversas maneras, teniendo presente la importancia de este, ya que como nos propone Mineduc (2012) el trabajo colaborativo es una de las principales herramientas para mejorar la calidad de los aprendizajes de todos los estudiantes, lo cual se entiende desde la base que al tener un trabajo en conjunto, existe una concordancia en la forma de presentar las experiencias de aprendizaje y hay una potencialización de las fortalezas de cada uno de los integrantes del equipo y mejora de las falencias. Esto se pudo observar claramente en diversos momentos que se llevaban a cabo semanalmente, como por ejemplo todos los jueves se conversaba con la educadora las ideas de las experiencias de la próxima semana, lo que tenía como fin por un lado que ella pudiera comentar qué le parecían, modificar lo que no estuviera bien y aportar con nuevas ideas, como también para que existiera una concordancia y común acuerdo en el cómo se trabajaría el tema propio de la semana, existiendo un mejor y más profundo trabajo de este.
Otra forma en que se busco un trabajo colaborativo fue luego de cada experiencia en donde la educadora y muchas veces la técnico me realizaban comentarios y críticas constructivas sobre como se había efectuado la experiencia, existiendo una instancia en donde se conversaba sobre lo que había salido bien y mal y porque creíamos que esto había resultado así, llegando a conclusiones que nos servían para tomar decisiones para las próximas planificaciones de experiencias, como por ejemplo, la mayoría de las veces que los niños y niñas se distraían de lo que se estaba haciendo era por un exceso de tiempo en el trabajo mismo, concluyendo que las experiencias tenían que tener un tiempo adecuado, lo cual era un elemento débil en mi práctica cotidiana. Esta forma de llevar a cabo el trabajo colaborativo es fundamental, ya que como nos lo propone el Marco para la buena enseñanza (2003) el trabajo colaborativo reflexivo y critico en torno a sus prácticas, por medio del intercambio de información, permite que se van completando las falencias y o debilidades como también las fortalezas de cada una de las practicas asegurando así una educación de calidad.
Por otro lado, también se realizo un trabajo colaborativo con las familias, dentro de lo permitido, lo que personalmente encuentro que es muy limitado, ya que como se nos informo al inicio del internado pedagógico no podíamos entregar información con referente de los niños y niñas a los padres, lo cual me resulto complicado, ya que por un lado estábamos insertas en el colegio en conjunto con los niños y niñas, observándolos y compartiendo con ellos, aprendiendo a conocerlos, sus intereses, necesidades, fortalezas y debilidades, registrando su accionar y observando sus grandes progresos en la adquisición de aprendizajes esperados, teniendo así gran información sobre ellos, pero al momento en que los padres se me acercaban a preguntar sobre el comportamiento, el cómo veía a su hijo o hija, cómo se relacionaba, o simplemente le hablara de él o ella, entraba en la encrucijada de no decir información inapropiada como nos lo habían pedido al inicio, y poder comentar lo que había observado, registrado y concluido durante todo el periodo que estuve relacionándome con ellos, lo cual sinceramente fue un elemento difícil de conllevar.
Es así como el trabajo colaborativo con las familias, se baso principalmente en un saludo cordial al momento del ingreso y salida de los niños y niñas, siempre con buena disposición a escuchar y ante cualquier duda invitarlos a que entraran a hablar con la educadora. También, al inicio del año, se les pidió que preparan una disertación en conjunto con sus hijos sobre su familia, en donde posteriormente, se me permitió mandarles una comunicación con los registros de cómo le había resultado a sus hijos, agradeciéndoles por su cooperación.